Qué son – Para qué sirven – Que patologías se tratan – Cómo se aplica el tratamiento

Qué son las ondas de choque

El tratamiento con ondas de choque en fisioterapia es una técnica no invasiva que se basa en la aplicación de ondas sonoras de alta velocidad sobre los tejidos afectados por alguna lesión o patología.

Estas ondas se generan mediante un cabezal que se coloca sobre la zona a tratar, previamente lubricada con un gel conductor. Estas ondas se transmiten a través del líquido y se concentran en un punto focal, donde ejercen una presión elevada sobre los tejidos. Al llegar al punto focal, las ondas de choque liberan energía y provocan microtraumatismos controlados que estimulan la respuesta inflamatoria y reparadora del organismo.

El tratamiento con ultrasonido utiliza ondas sonoras de baja energía, mientras que el tratamiento por ondas de choque utiliza ondas sonoras de alta energía

Existen dos tipos de ondas de choque según su profundidad y su intensidad:

• Ondas de choque focales: son las que llegan a mayor profundidad (hasta 12 cm) y tienen mayor energía. Se utilizan para tratar lesiones profundas o crónicas, como calcificaciones, fracturas o tendinopatías. Su aplicación suele ser más dolorosa y puede requerir anestesia local.

• Ondas de choque radiales: son las que llegan a menor profundidad (hasta 5 cm) y tienen menor energía. Se utilizan para tratar lesiones superficiales o agudas, como esguinces, contracturas o puntos gatillo. Su aplicación suele ser más tolerable y no requiere anestesia.

Para qué sirven las ondas de choque en fisioterapia

Las ondas de choque en fisioterapia tienen múltiples beneficios, entre los que se destacan:

• Aumentan la producción de colágeno, una proteína esencial para la formación y la elasticidad de los tejidos.
• Mejoran la circulación sanguínea y la oxigenación de los tejidos, lo que favorece la eliminación de sustancias de desecho y la llegada de nutrientes y factores de crecimiento.
• Disuelven las calcificaciones y los depósitos de cristales que se forman en algunas articulaciones o tendones, causando dolor e inflamación.
• Estimulan la formación de nuevos vasos sanguíneos y la liberación de sustancias antiinflamatorias y analgésicas, como las endorfinas.
• Aceleran la consolidación ósea y la cicatrización de las heridas, reduciendo el riesgo de infecciones y complicaciones.
• Relajan la musculatura y liberan los puntos gatillo, que son zonas de contracción involuntaria y persistente de las fibras musculares.
• Mejoran la movilidad y la función de las articulaciones, los músculos y los tendones, facilitando la recuperación y el retorno a la actividad física.

Qué patologías se pueden tratar con ondas de choque en fisioterapia

Las ondas de choque en fisioterapia se pueden aplicar en diversas patologías que afectan al sistema musculoesquelético, como:

- Fascitis plantar: es la inflamación de la fascia plantar, una banda de tejido que recubre la planta del pie y que se inserta en el talón. Suele causar dolor en el talón, especialmente al levantarse por la mañana o al caminar. Las ondas de choque ayudan a reducir la inflamación, el dolor y el espesor de la fascia, así como a disolver el espolón calcáneo si lo hubiera.

- Epicondilitis: es la inflamación del tendón que une el músculo extensor del antebrazo con el codo. Suele causar dolor en la cara externa del codo, que se irradia al antebrazo y la muñeca. Se conoce popularmente como "codo de tenista". Las ondas de choque ayudan a reducir la inflamación, el dolor y la rigidez del tendón, así como a mejorar la fuerza y la movilidad del codo.

- Tendinitis rotuliana: es la inflamación del tendón que une la rótula con la tibia. Suele causar dolor en la parte anterior de la rodilla, que se agrava al flexionarla o al saltar. Se conoce popularmente como "rodilla de saltador". Las ondas de choque ayudan a reducir la inflamación, el dolor y la degeneración del tendón, así como a mejorar la función y la estabilidad de la rodilla.

- Hombro doloroso: es un término que engloba diversas patologías que afectan al hombro, como la tendinitis del manguito rotador, la bursitis subacromial, la capsulitis adhesiva o el síndrome de pinzamiento. Suele causar dolor, inflamación y limitación del movimiento del hombro. Las ondas de choque ayudan a reducir la inflamación, el dolor y la rigidez del hombro, así como a mejorar la movilidad y la fuerza del mismo.

- Lumbalgia: es el dolor en la zona lumbar de la espalda, que puede estar causado por diversas causas, como contracturas musculares, hernias discales, artrosis o escoliosis. Suele causar dolor, rigidez y limitación del movimiento de la espalda. Las ondas de choque ayudan a reducir el dolor, la inflamación y la tensión muscular, así como a mejorar la movilidad y la postura de la espalda.

Cómo se aplica el tratamiento con ondas de choque en fisioterapia

El tratamiento con ondas de choque en fisioterapia se realiza en sesiones de entre 10 y 20 minutos, dependiendo de la zona y la patología a tratar. El número de sesiones varía según el caso, pero suele oscilar entre 3 y 6, con una frecuencia de una o dos veces por semana. Antes de aplicar el tratamiento, el fisioterapeuta realiza una valoración del paciente y le explica en qué consiste la técnica, sus beneficios y sus posibles efectos secundarios, que suelen ser leves y transitorios, como enrojecimiento, hinchazón o dolor en la zona tratada.

Durante el tratamiento, el paciente se coloca en una posición cómoda y el fisioterapeuta aplica el cabezal sobre la zona a tratar, previamente lubricada con un gel conductor. El fisioterapeuta regula la intensidad y la frecuencia de las ondas de choque según el umbral de dolor y la tolerancia del paciente. El paciente puede sentir una sensación de presión, vibración o pinchazo en la zona tratada, que suele ser soportable. El tratamiento se realiza en varias pasadas, cubriendo toda la superficie afectada.

Después del tratamiento, el paciente puede sentir un alivio inmediato del dolor o una sensación de adormecimiento o hormigueo en la zona tratada. El fisioterapeuta le dará unas recomendaciones para el cuidado de la zona, como aplicar frío, evitar el calor, el masaje o el ejercicio intenso durante las primeras 24 horas. El paciente debe seguir las indicaciones del fisioterapeuta y realizar los ejercicios y estiramientos que le prescriba para potenciar los efectos del tratamiento y prevenir las recaídas.

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